jueves, 19 de enero de 2012

La afición, esta, a la acuarela

Intrigado ante esta repentina afición mía a la acuarela, habiendo dedicado gran parte de mi vida a la dramaturgia, un amigo me preguntó hace algunos días que a qué se debía esto, que más le parecía un concubinato que un enamoramiento verdadero -me dijo- por ser ambas artes aparentemente tan disímiles. Que más le parecía yo un marido hastiado en busca de novedad en una cama vecina.

Imagen de Valparaiso Acuarela 70 x 50 cms
Confieso que en un principio su observación me pilló de sorpresa, primero porque no había pensado en ello, y segundo porque me estaba acusando de adúltero a mi, que me precio por ser leal a mi cama. Una sonrisa arregló todo, sin embargo, porque es un gran amigo mío de quien no espero mala intención alguna. No quita eso que de ese mismo momento me he puesto a buscar una explicación más académica, y es esta, que obviamente no es más que una proposición entre tantas interpretaciones posibles.

Y en eso, una vez más la memoria vino en mi ayuda, cuando recordé lo que alguna vez leí en un escrito que provenía nada menos que de Shakespeare, que en respuesta a un requerimiento aventuró esta frase: "Contemplar espectáculos tristes conmueve más que oírlos narrar, pues el ojo interpreta para el oído", y eso me quedó sonando hasta ahora, porque encierra mucha verdad. Lo que no entiendo es que si el genial bardo inglés pensaba así, en verdad, no se puso a pintar de inmediato, en vez de atribular a sus conciudadanos de orillas del Támesis con sus "narraciones". Gracias a Dios que no lo hizo, porque talvés así habríamos tenido un muy mal pintor en vez de un genio perdido. Pero bromas aparte, tratemos de volver a lo nuestro.

Fiesta en la Tirana - acuarela 70 x 50 cms
Donde está la esencia del asunto, me pregunto? Y como una proposición más, llego a la conclusión que no está por el lado del artista creador, pues este busca las herramientas que le son más propicias para expresar cosas que son muy parientes entre si. El pintor vive rodeado de sus visiones, que se deducen de una realidad  que lo conmueve, lo inflama, lo excita o lo irrita y trata de retrotraer todo eso a su alma para darle expresión. El dramaturgo por su parte escarba en el mundo que lo rodea para descubrir la razón de sus razones y hace bailar a sus personajes al conjuro de su pasión. Pero ambos hablan de lo mismo, y en eso está mi proposición. Ambos disponen de la misma belleza y el mismo dolor del mundo. Es el espectador-oidor el que hace la diferencia.

Hay aquellos que oyen hablar lo que su ojo ve y aquellos otros que no lo hacen. Que ven lo que ven y que oyen lo que oyen y lo separan, cuando en verdad todo está unido en una visión-pasión común, que le abre la puerta a cualquier expresividad. Quiero dar un ejemplo.
Imagine un árbol esmirriado y seco, inclinado dolorasamente hacia adelante, casi sin hojas, solo en una planicie vasta como el horizonte que se escapa, proyectando una sombra opaca en un atardecer sin sol. Vean su sombra inmovil y el follaje escaso del árbol que la mira. Hay una comunión muda entre ambos, en la quietud de esa tarde. El árbol le dice a su sombra que tenga paciencia, que el tiempo eterno nunca se acabará. Se miran ambos, un largo rato, mudos. Luego la sombra, inquieta, quiere responder con un movimiento de su copa proyectada, un movimiento como de cordial asentimiento, pero no lo hace. No puede. No se uede mover. Ambos están unidos por su inmovilidad, y de pronto llega el silencio. Viene desde el horizonte que se escapa y se instala entre ambos. Un silencio largo. Ahí. El árbol y su sombra .. Siempre .. Siempre, sin ruido alguno. Solo con la languidez del horizonte que se proyecta sobre ellos.
El color que impera es el gris. Gris y morado, el Horizonte. Gris la sombra. Sepia y ocre el follaje. Sin ruido alguno. Siempre. Hasta la eternidad...

Vida en el Conventillo - acuarela 70 x 50 cms
Cómo no van a dar ganas de pintar eso? Cómo no van a dar ganas de pintar el gris mustio de esa sombra pesando en el silencio de esa tarde seca? Cómo no van a dar ganas de hacerlos hablar cuando no pueden? La sombra y el follaje? Como no van a dar ganas que nos hablen de sus soledades? ... El árbol seco, solo, y su sombra? El silencio. Siempre. Cómo no van a dar ganas de que griten de pronto? Que nos griten el encono de su eternidad? Cómo no van a dar ganas de hacer dramaturgia con eso? Con el chasquido del dolor de su soledad? Con su protesta muda? Con su eternidad inevitable? ... Siempre ...

Es lo que quiero decir. No se si lo conseguí.

Casas viejas, abandonadas

Últimamente, dentro de todas las alternativas que se me ofrecen en lo que respecta a las temáticas sobre qué pintar, me ha asaltado un afán de hacerlo con casas viejas, decrépitas, abandonadas. Sobretodo eso: abandonadas. Hay algo en ellas que ejercen sobre mi un atractivo muy vivo, casi imposible de resistir. Las busco en los barrios desechables de nuestros pueblos antiguos, los que el terremoto perdonó. Los busco al final de la calle larga, polvorienta, donde cruza un canal. Las busco ...

Casa Vieja 1 acuarela 70 x 50 cms
Casas viejas, ojalá fuera de nivel, inclinadas hacia un costado, menesterosas. Me atraen en ellas, sobretodo, las planchas del techo de hojalata acanalada, de colores desvaídos, montadas a caballo unas sobre otras o las tejas musleras caídas, mutiladas, gimientes.

Una solera suelta y colgante, una puerta o ventana faltante o fuera de órbita, o desencajada; un frente de casa sufriente por mantener la vertical, un muro lateral amenazando derrumbarse, apoyado por un tronco o un puntal torcido; un estuco descascarado, mostrando desvergonzadamente sus heridas carcomidas por el tiempo o las termitas, todo ello me fascina. Escucho un ayayai lastimero rebotando contra los cerros y me entran unas ganas tremendas de pintar eso. Me encanta ese muro verde sucio y al frente uno colorado. Nada que ver. Me entienden? Es como si me faltara el tiempo.

Casa Vieja 2 Acuarela 70 x 50 cms
Ahora, porque eso? Porqué ese atractivo que me produce el descaecimiento, que a más de alguno le parecerá un sentimiento mórbido y decadente? No lo se, pero en verdad despierta en mi un estado de ánimo de mucha compasión y simpatía. Detengo mi vista en ellas un largo rato y comienzo a sentirlas como el viejo adobe se estremece y vibra, como si quisiera comunicarme algo que está muy vivo. Será que sus habitantes de antaño aun viven en ellas? Un poco más de atención y de pronto aparece ahí, tras esa vieja puerta entreabierta por el tiempo, una anciana que desgrana una coronta de choclos, sentada en un pisito de paja, en tanto en la ventana de arriba, que también falta, un hombre, su marido, mira el horizonte, esperando que el día muera para irse a dormir a su cama, mientras chupa un cigarro despuntado que le llena de humo su viejo rostro arrugado. O será que talvés vivió en ella, una generación anterior, la madre de esa anciana, hoy convertida en una mujer joven, con su piel tersa y su cuerpo turgente, esperando al marido que regrese del trabajo, para irse a revolcar con él un rato, o talvés regañarle la albahaca que ella le había encargado para la cena. Talvés ...
O talvés hubo ahí muchas fiestas o celebraciones, que estremecieron sus paredes, en tanto por sus puertas y ventanas abiertas explotaban a borbotones hacia la noche estrellada, las risas y los encantos. Talvés ...

Casa Vieja 3 Acuarela 70 x 50 cms
Hay tantas historias escritas en esos viejos muros. Cuantas inclemencias la han asaltado? Cuantas lluvias han azotado sus adobes desnudos? Cuanto sol ha tratado de quebrarle la testuz? Cuantos temblores sus estructuras? Pero ahí está ella. Digna y dolorida. Con su pelo desgreñado, sus hombros caídos, sus brazos colgantes, sus ojeras.

No deberían botarlas nunca, esas casas viejas. Deberían quedar ahí, siempre, en alguna esquina, como un fiel espejo de la humanidad.

viernes, 6 de enero de 2012

Noticia Teatro Mori: Egon Wolff y su incursión en las acuarelas

RESERVADO

  • El destacado dramaturgo nacional Egon Wolff, autor de aplaudidas obras como “Hablame de Laura”, “Flores de papel” y “Los invasores”, inaugura una nueva faceta artística que no muchos conocían: la pintura en acuarela.
  • La muestra será expuesta por dos semanas en el domo de Mori Bellavista desde el 23 de junio.
Después de una vida dedicado a la dramaturgia, Egon Wolff comienza a sumergirse en una nueva faceta que ha sorprendido incluso a él mismo: La pintura en acuarela.

El domo de Mori Bellavista, que se ha consolidado como un espacio de difusión de la fotografía y artes pictóricas, recibirá una muestra de 25 acuarelas pintadas por Egon Wolff desde 2004 a la fecha.
La exposición estará abierta al público desde el 23 de junio por dos semanas y la entrada es liberada.
Biografía
Egon Wolff Grobler. Destacado dramaturgo Chileno, nace en Santiago de Chile el 13 de Abril de 1926. Hijo de padre Prusiano y madre de origen Aleman-Sueco.
Su atracción por la escritura surge de forma clandestina a muy temprana edad. A los 8 años, oculto de sus padres,comienza a escribir poesía.
A los 14 años, ingresa a la Escuela Militar, en un intento de su padre por alejarlo de sus tempranas manifestaciones artísticas. Durante este tiempo sufre su primer ataque de “sombra al pulmón”, enfermedad que lo mantuvo en reposo y que volvería a padecer dos veces más adelante. En su larga recuperación, se dedicó a leer vorazmente lo que trajo como resultado su primera novela a los 16 años: “El Ocaso”
Estudia Ingeniería Química en la Pontificia Universidad Católica, pero al mismo tiempo cultivó el ejercicio de su dramaturgia influenciado por Miller y Williams, e inspirado por su mujer, Carmen Peña, gran propulsora de su talento creativo. Posteriormente, gracias a una Beca Fullbright, en 1960, asiste al Drama School de la Universidad de Yale.
Al igual que la mayoría de los representantes de la generación de los 50, su carrera empezó a tomar forma al alero de los Teatros Universitarios, primero en el Teatro Experimental de la Universidad de Chile y posteriormente, en el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica donde se estrenaron varias de sus principales piezas teatrales.
Fue docente de la Escuela de Teatro de Universidad Católica entre los años 1979-1991.
Sus obras han sido montada en países de todo el mundo y traducidas a varios idiomas.
Hace algunos años, Wolff, se retiró de la vida pública por desencanto, pero su reclusión voluntaria dio paso a una actividad desconocida para la mayoría: la pintura en acuarela.

(Fuente: CentroMori.cl con fecha 20/Junio/2011)

Una entrevista que me hicieron

Teaser Documental Egon Wolff from Egon Wolff on Vimeo.

Estreno de la obra Háblame de Laura

Háblame de Laura from monserrat estevez on Vimeo.

Mi padre

extraido de este sitio